Justo cuando Sabina Rouge cree que se ha forjado un tiempo solo para masturbarse, su madre irrumpe y le explica que su hermanastra, Eliza Ibarra, pasará la noche con ella porque su habitación no está lista. Después de invitar a regañadientes a Eliza a su cama, Sabina reanuda la masturbación mientras ve porno. Pero cuando Eliza se da cuenta, queda claro que estas hermanastras pueden unirse sobre sus rizadas inclinaciones.